Desde la Comisión Europea se está trabajando para cambiar las reglas en el marcado de las fechas de consumo preferente y caducidad. No es cuestión baladí y lo que busca es mejorar los sistemas alimentarios; priorizando su salubridad, tratando de evitar el desperdicio alimentario y haciéndolo más sostenible.
Esta medida forma parte de un conjunto de cambios que tiene pensado implantar a finales de año y que se incluyen dentro de los objetivos de ‘Farm to Fork Strategy‘ y del Pacto Verde Europeo.
Otros cambios importantes dentro del etiquetado de los alimentos que se plantean desde la Comisión Europea son: el valor nutricional armonizado de carácter obligatorio, restricciones a la promoción de alimentos potencialmente perjudiciales para la salud por su alto contenido en grasas, azúcares o sales y un posible aumento en las indicaciones obligatorias de la trazabilidad de ciertos productos.
¿Por qué es tan importante en la etiqueta la fecha de caducidad?
Un estudio realizado por la Comisión Europea en mayo del 2017 hizo hincapié en la relación directa que existe con la fecha de consumo y el desperdicio alimentario. Dentro de la Unión Europea hasta 8,8 millones de toneladas de alimento anual se convertían en desechos de esta forma. Esto supone que un 10% del total desperdiciado sea debido a un etiquetado poco eficiente y sostenible.
¿Cuál es la diferencia entre caducidad y consumo preferente?
Este vídeo que acaba de publicar la AESAN lo explica rápidamente. A partir del cual nosotros hemos hecho un esquema para que lo veas todavía más fácil.
Además te lo explicamos de una forma sencilla:
Fecha de caducidad
Los alimentos con fecha de caducidad son los de carácter perecedero como los derivados lácteos, carnes, pescados y procesados derivados. A partir de la fecha de caducidad los productos no deben consumirse, ya que no se garantiza que sean seguros para la salud a partir de ese día.
Una vez abiertos deben seguirse las instrucciones de conservación y consumo sin sobrepasar la fecha estipulada. Para alargar su vida útil, podemos congelarlos y así conservarlos durante más tiempo.
Fecha de consumo preferente
El consumo preferente es el que se refiere al tiempo en el que el producto, correctamente almacenado, envasado y cerrado, conserva su calidad. Esta fecha no marca un peligro de consumo si la sobrepasamos, sin embargo, el producto puede perder propiedades (nutricionales y organolépticas).
Se suele utilizar para aceites, legumbres, harinas, purés, pastas, arroces, galletas, conservas, miel, etc. También se utilizará la fecha preferente para las latas, pero deben estar en perfectas condiciones y no presentar ninguna anomalía en su conserva.
La importancia del etiquetado y su correcta interpretación
En la etiqueta podemos comprobar que es una fecha de consumo preferente si pone un texto similar a “consumir preferentemente antes de…”. Y dependiendo de la lejanía en el tiempo que tenga esta fecha se pondrá:
| Tiempo | Obligatoriedad |
|---|---|
| Hasta 3 meses en la fecha de consumo | Hay que etiquetar el día y el mes |
| De 3 a 18 meses | Hay que etiquetar el mes y el año |
| A partir de los 18 meses | Solo es necesario marcar el año |
Todo esto puede parecer sencillo y fácil de entender, pero te sorprendería saber que en estudios recientes, la mayoría de personas de la Unión Europea desconocía cómo funcionaba esta terminología.
Desde la CE se está trabajando para simplificarlo y hacer que los consumidores lo comprendan mejor. Desarrollando nueva terminología, formatos y mejoras en el aspecto visual que no solo ayuden a identificar estas fechas, sino también sirvan para luchar contra el desperdicio alimentario. Cualquier mejora se puede sugerir y presentar en una consulta pública por parte de la Comisión Europea.
¿Por qué nos preocupa tanto el desperdicio alimentario?
Porque además de ser un problema moral y económico, es algo fundamental para la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Se calcula que una familia tira de media 300 euros anuales en comida que se podría aprovechar, y lo que preocupa, es que el dato sigue creciendo. Solo en Europa los datos son demoledores y en un estudio ‘Estimates of European food waste levels‘ se ha estimado un desperdicio de 143 billones de euros anuales.
Según datos del Ministerio español, en España se desperdician más 7,7 millones de toneladas de comida. Lo que nos coloca como séptimos en este particular ranking, del que ni mucho menos, deberíamos sentirnos orgullosos.
¿Cómo podemos ayudarte?
Desde AMBICAL estamos completamente comprometidos con corregir esta tendencia, que pasan por una educación al consumidor y por pequeñas acciones cotidianas tan importantes como la de interpretar correctamente el etiquetado.
Nuestra filosofía empresarial es la de conseguir el máximo beneficio social y ambiental de forma simultánea. Entre nuestras iniciativas, una de las más destacadas y por la que hemos sido reconocidos en 2015 por la RSE de la Xunta de Galicia, es la de donar a instituciones benéficas y comedores sociales nuestros excedentes de alimento. Además de buscar un proceso más eficiente para reducir nuestros desperdicios y residuos.
Toda ayuda es bienvenida en la lucha contra el hambre y entre todos podemos mejorar el planeta empezando por aprender cuestiones como esta y así minimizar el impacto que tiene la incorrecta interpretación del etiquetado en el desperdicio alimentario.
