El concepto Food defense surge tras el atentado del 11 de septiembre en Nueva York, como causa del aumento de la preocupación por la posibilidad de adulterar intencionadamente productos alimenticios a través de agentes biológicos, químicos, físicos o rodiológicos. Sus objetivos son:
- Prevenir cualquier ataque
- Reducir el riesgo para los empleados
- Elaborar productos inocuos para los clientes
- Proteger la empresa y su imagen
- Responder rápidamente y de forma eficaz en caso de ser necesario
- Recuperar rápidamente la confianza del consumidor si sucede algún problema
Son muchos los peligros que hay ante una manipulación en la cadena alimentaria que repercuta en peligros físicos, químicos y biológicos. Tener un buen plan de defensa alimentaria permite identificar los puntos débiles de las instalaciones; evitar, o al menos reducir, las posibles contaminaciones intencionadas; y ofrecer una respuesta lo más rápida posible ante una situación de crisis. Por ello, para las empresas con actividad relacionada con productos alimenticios es aconsejable elaborar un Plan de Defensa Alimentaria, sobre todo si se quiere exportar a EEUU, que en este caso sería obligatorio. 
Estos son algunos de los principales pasos que conlleva la implantación de este tipo de planes:
- Definir las responsablidades en relación a Food Defense
- Analizar de peligros y evaluación de riesgos asociados
- Identificar de los puntos débiles y establecer medidas preventivas
- Implantar el programa
- Hacer auditorías internas de Food defense
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