Resumen de la Conferencia de las Partes (COP28)
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como la Conferencia de las Partes o COP, celebra este 2023 su 28ª edición. La cumbre climática más importante del año tendrá lugar en Expo City Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre, en ella se dan cita líderes de gobiernos, negocios, ONGs y sociedad civil para alcanzar soluciones concretas a una problemática decisiva.
Se centrará la mirada en cuatro cuestiones de máxima relevancia para el futuro del planeta: la reiteración y la revisión de los Acuerdos de París (alcanzados en la COP de 2015), el objetivo de 1,5ºC (Ver: Importancia de 1,5ºC), el futuro de los combustibles fósiles y el pico de emisiones mundiales de CO2 establecido para 2025.
Primer inventario global del Acuerdo de París.
Según el Art. 14 del Acuerdo de París sobre el cambio climático se establece que cada 5 años, justamente a partir de 2023, se debe evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos del tratado que tienen como fin la reducción de las emisiones GEI. El primero se debe de aprobar en la COP-28, llegando en un momento crítico dado por las advertencias de los expertos que vaticinan un escaso margen para mitigar el cambio climático en línea con los objetivos del Acuerdo de París.
Para que el cumplimiento sea real, ay que recordar que el objetivo marca que hay que reducir las emisiones, respeto a las de 1990, en un 43% en 2030, un 60% en 2035 y llegar a un cero neto en 2050.
Para la evaluación, se ha creado un borrador técnico. En este informe se advierte que numerosos planes nacionales contienen únicamente medidas indicadas hacia ciertos sectores y recomienda seguir métodos más transparentes.
En esta línea, una de las medidas más discutidas es el tema sobre la financiación. En el borrador se recomienda mejorar el acceso a la financiación climática en los países en desarrollo, que se dedique claramente a actividades útiles y con reforzamiento en el seguimiento. También se subraya que se destinan recursos financieros muy importantes a actividades que generan cuantiosas emisiones y a infraestructuras poco resilientes.
En síntesis, el borrador técnico previo al primer inventario global evidencia de manera clara las deficiencias en la implementación del Acuerdo de París, firmado hace más de siete años. Se destaca la urgencia de tomar medidas correctoras por todas las partes involucradas, considerando las distintas responsabilidades y circunstancias.
Creación del Fondo de Pérdidas y Daños.
Con la etiqueta de “Justicia Climática”, se ha reconocido que los países menos responsables del cambio climático son los más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones, la subida del nivel del mar… impactos extremos que cada vez son más frecuentes.
Han sido los países en desarrollo los que han afrontado el coste de estar en primera línea y repercutir en los países que no han contribuido mayoritariamente en esta situación, destinando más de doscientos millones de dólares para ello.
Inteligencia Artificial (IA) al servicio del análisis.
CMNUCC y Microsoft colaborarán para crear una plataforma de inteligencia artificial (IA) y un centro mundial de datos climáticos, que simplificará la validad y el análisis de las emisiones globales de los Estados miembro.
La IA será la encargada de realizar un análisis avanzado de datos provenientes de distintas fuentes (transporte, agricultura y procesos industriales). Esto proporcionará a la CMNUCC y a los Estados, herramientas eficientes para informar, validad y planificar estrategias de cara a la reducción de carbono.
No hay cambio sin controversia
Las declaraciones del sultán Al-Jaber, líder de la COP28 pero también director ejecutivo de la Abu Dhabi National Oil Co., plantearon gran controversia: “no hay ciencia” que indique que se necesita una eliminación gradual de los combustibles fósiles para limitar el calentamiento global a 1,5ºC, respecto a la era preindustrial. Estas afirmaciones abrieron de nuevo el debate sobre su figura y sus intereses en pos de la industria del petróleo y el gas.
En conclusión, los Estados miembro se enfrentan a dos opciones, tal y como explicó Simon Stiell: constatar la falta de avances, retocar algunas medidas tomadas y postergar las decisiones más necesarias o decidir conseguir que todos los habitantes del planeta puedan adaptarse al cambio climático, financiar la transición que ello conlleva y decidir comprometerse con un nuevo sistema energético.
